El porvenir de la patria está en juego, dado el ataque sistemático de los medio de comunicación hacia el proyecto político revolucionario; lo que nos conduce a profundizar la formación y práctica política para fortalecer la conciencia bolivariana. Este es el centro de la lucha que debemos librar para consolidar propuestas socalistas como alternativa ante la tragedia de la humanidad.
Conocer y proponer salidas ante la manipulación mediática, es un deber de todo revolucionario para romper la denominación establecida por las potencias mundiales en su control de la producción de información masiva: el manejo de la imágen, la internacionalización de la mentira, como base de la manipulación, donde los representantes de los hechos pasan a ser la referencia donde se nutre la matriz de opinión.
La manipulación mediática se inicia con la producción de la noticia falsa, generando confusión en el ámbito donde se origina el hecho informativo, iniciando así un proceso de desprestigio no solamente a nivel local sino también a nivel global.
Como tercer paso, se encuentra la fase de desestabilización, donde las fuerzas reaccionarias internas se movilizan para fanatizar a la población en torno a la informació colonizante, dirigida a distraer, denigrar, no dar importancia a los hechos concretos y propuestas política emergentes que fortalecen la conciencia revolucionaria.
Con este modelo ya probado en distintos espacios políticos, culturales, sociales y económicos, las fuerzas imperiales constituídas, fundamentalmente, por lo Estados Unidos, El Reino Unido e Isrrael, han impulsado conflictos bélicos, cuyo único fin es el control territorial en función de los recursos naturales existentes en esas áreas. Como ejemplo de ello, están las guerras en el Medio Oriente, los conflictos entre palestinos y el Estado de Israel, la guerra contra Irán y, recientemente, la intervención de abrir un conflicto en América Latina especialmente entre Venezuela y Colombia.
Reconociendo que el triunfo de la revolución socialista está condicionado por el grado de manejo mediático que ejercen las cadenas transnacionales de la información, debemos tener presente la vigilancia revolucionaria de los contenidos que transmiten los medios de difusión masiva pertenecientes a las cadenas de comunicación internacional y sus aliados internos.
De igual manera, fortalecer nuestros medios de comunicación alternativos, a fin de responder a los ataques destructores y desestabilizadores de las cadenas pro capitalistas, avanzando en una política de resistencia popular revolucionaria que garantiza una información verás, transparente, que exprese los intereses de los colectivos en función de su crecimiento y desarrollo ideológico.
Luciana Bemor.
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